lunes, 22 de abril de 2024

5) De Cluny a Ouroux, dos etapas campestres

Salida de Cluny por una puerta de su histórica muralla situada al final de una calle en pendiente

Las caminatas de este año se acercaban ya a su fin en este punto. El domingo 21 salimos de Cluny para terminar en Les Grands Gouillats, a unos 13 kilómetros. Era una etapa corta y salimos con calma, sobre las diez de la mañana. Hacía frío, dos grados, pero con sensación térmica de cero... a finales de abril. En estos dos trayectos no nos atuvimos al plan , hicimos ajustes dejando algún hueco por medio para facilitar la organización. Es lo bueno de andar por libre.
 
Paisaje al salir de Cluny en el que han desaparecido las vides

Resultó una etapa muy plana en sus primeros 9 kilómetros, pero luego hubo mucha subida, algo más de 200 metros de desnivel. Como habían sido días de planicie, se nos atragantó un poco, sin más. Respecto al frío, al empezar a caminar notamos que no hacía viento, por tanto, bien.

La planicie había desaparecido y en el horizonte se adivinaban pequeñas montañas

Notamos que el paisaje cambiaba. Además de que no aparecían viñedos, veíamos montañas en la lejanía y todo eran prados con vacas y ovejas, y también bosques de pinos, abetos, robles y abundantes acebos.


Caminamos mayormente sobre tierra, un gustazo. El ambiente fue pastoril del todo, granjas, pequeñas poblaciones que veíamos sobre laderas, ovejas y mucha tranquilidad. No nos cruzamos con nadie en toda la mañana, excepción hecha de dos caballistas atravesando un bosque.

Por supuesto la lluvia y el granizo nos acompañaron

A la hora y media de salir llovió y tuvimos que cubrirnos, pero duró poco. A lo largo de la caminata la situación se repetiría.

Chocolate calentito en un bar que incluye un bus para las comidas

Sobre las doce llegamos a un pueblecito, Sainte Cecile. A la entrada encontramos un curioso bar que tenía como principal dependencia un antiguo autobús perfectamente maqueado. A su lado, con un patio  con suelo de madera entre medias, una construcción con una pequeña sala. El bar menos convencional de toda Borgoña, que para nuestra sorpresa disponía de baño digno, y allí nos recuperamos con un chocolate caliente. Realmente fue una parada afortunada: mientras descansábamos cayó una granizada tremenda. Una vez que escampó y apareció el sol, de nuevo en ruta.


A partir de aquí tocó momento cuestas en medio de un bosque denso. En destino nos esperaban los dos coches, debido a la situación de baja de una de las conductoras, como ya comentamos, y en los vehículos nos dirigimos a Tramayes para pernoctar dos noches. Habíamos leído que es una localidad con patrimonio histórico, pero en nuestros paseos no lo descubrimos.

Espectacular fachada de la iglesia de Tramayes


La excepción es su iglesia dedicada a Jean Baptiste, con un destacado campanario románico. 

Interior de la iglesia de Tramayes

Pero una vez en su interior, muy cuidado por lo demás, todo parece moderno. Nada que ver el interior con el exterior. Eso sí, para poco más de mil habitantes es un templo espectacular.


En el paseo que dimos por Tramayes encontramos un pueblo normal, tranquilo y agradable, pero sin especial interés, muy apagado en la tarde dominguera. 


Además de la iglesia, existe una construcción más bien palaciega del siglo XVII que llaman castillo, en el interior de una finca, y que no  era posible visitar. Nos limitamos a inmortalizarlo al salir de Tramayes para la penúltima etapa.


Pero sí tuvimos la confirmación de que estábamos en la senda correcta para llegar a Le Puy en Velay, probablemente en el 2025, y de poder seguir en la ruta incluso a Santiago, que no va a ser el caso porque ese trabajito ya está hecho.

Chinchimonis en un bar de Tramayes, sorprendentemente abierto al mediodía

Tras de instalarnos en nuestro alojamiento, en el paseo posterior encontramos donde tomar un café al que invitaron aquellos que tuvieron menos suerte en el juego.

Le Grange Fleurie, nuestro albergue por dos noches en Tramayes

La Grange Fleurie es una vieja casona muy bien rehabilitada que solo cuenta con cinco habitaciones. La atiende una pareja sudafricana muy joven, Angus y su mujer, que tienen dos niñas pequeñas, y también viven allí los padres de ella y una tía. Todos muy amables. Por lo que nos explicaron, salieron de Sudáfrica buscando un lugar con mayor seguridad, y por casualidad recalaron en Tramayes. Curioso: pusieron un dedo en el mapa y allí se desplazaron. El resultado es un lugar encantador. 

Doble arco iris sobre los cielos de Tramayes

Esa tarde se sucedieron los chubascos y entre medias pudimos hacer esta foto tan chula de un arco iris doble desde la ventana del salón de La Grange Fleurie.


La casa está bien montada y es muy acogedora. Amplia para solo cinco habitaciones, y como prueba el enorme comedor donde hicimos las dos cenas. Teníamos media pensión y la cena del segundo día consistió en ensalada, lasaña de carne y pudin con helado. Todo por 15 euros cada uno bebida aparte, y muy bien las viandas y a un precio incontestable en Francia. La otra cena fue similar. Las cuatro habitaciones salieron a un precio de 360 euros día con desayuno.


En el salón anexo pasamos un buen rato, cómodamente instalados en sus sillones. Como las temperaturas eran bajas, agradecimos que encendieran la chimenea.


La segunda tarde este salón fue el campo de juego (chinchimonis, of course), pues era lunes y cerraban los escasas establecimientos del pueblo. Una botellita de vino del alojamiento fue lo que nos jugamos. Como detalle, señalar que ese día, para regocijo de las cinco féminas, perdieron los tres varones del grupo, un manchón para los que se consideran expertos en la materia.


El día siguiente  amaneció feote. Fueron 17 kilómetros pero nada fáciles, en una jornada en la que olvidamos las etapas planas de la Borgoña. Hubo cuestas y muy pronunciadas (500 metros acumulados) y más o menos los mismos descensos. Pese a ello, hicimos una media real (paradas excluidas) superior a 4 kilómetros. Salimos igualmente a las 10:00 y a las 14:30 estábamos en destino.

Así que tuvimos que abrigarnos, excepción hecha de la calurosa del grupo, un clásico

Esa jornada no llovió, pero la temperatura fue todavía más extrema. De noche casi heló y salimos con un grado de temperatura pero una sensación de frío, que es lo que realmente cuenta, de tres bajo cero. No lo hubiéramos imaginado.


El paisaje siguió la misma tónica, con la diferencia de que tuvimos tramos de asfalto, lo que nunca agrada.


También padecimos el barro, zonas de bosque con agua encharcada y áreas de barro, lo que unido a las pendientes pusieron en valor los bastones con los que nos ayudamos. Y también llevar calzado adecuado.


Tampoco fue una novedad el silencio en el que se desarrolló la etapa. No nos cruzamos con nadie, nuestra única compañía fueron los animales pastando en los campos.


Los paisajes abiertos de la mayor parte de este tramo contribuyeron a la sensación de relajo y tranquilidad. Un placer.


Siete kilómetros después de salir pasamos bordeando un pueblecito llamado Cenves, en el que no apareció a nuestra vista ningún residente. Siete kilómetros después, ya cerca del final, ocurrió lo mismo en San Jacques de Arrets. Este último lo atravesamos e incluso utilizamos unos baños públicos bastante decentes, pero personas, ni una.


La cercanía relativa a Le Puy en Velay empezaba a ser patente. Ese cartel señala una distancia de 259 kilómetros, un paseíto de nada que llevaremos a cabo dentro de un año, según las previsiones.


Y muy a la vista las indicaciones de los Caminos de Santiago por esta zona de Francia.


Ya comentamos que el día fue frío, pero además llegamos a estar a 700 metros de altura sobre el nivel del mar.


Pero nosotros disfrutamos de una jornada de bosques como el de la imagen superior, al margen de que las cuestas llegaron a cansar.

Tramos de barro en zonas donde habían cortado árboles


Ya faltaba poco para terminar y al salir del bosque aparecieron de nuevo los paisajes amplios.

En Ouroux teníamos un coche esperando, con el que hicimos dos viajes para volver los ocho a Tramayes. Y en este camino volvió a llover con intensidad.